jueves, 5 de junio de 2014

EL OTRO CONSOLADOR (PARACLETOS): SU VERDADERA IDENTIDAD. por Alexander Gell





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paracletos: EL OTRO CONSOLADOR,.)
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EL OTRO CONSOLADOR, PARAKLETOS, SU VERDADERA IDENTIDAD.)



Gracia y paz a todos los verdaderos cristianos bíblicos. En esta ocasión les traigo la última edición de un interesante libro, escrito por el hermano Alexander Gell. El libro lleva el siguiente título.

EL OTRO CONSOLADOR, PARACLETOS, SU VERDADERA IDENTIDAD.
Ultima edición el día 3 del mes 10 del 2020.

En esta ocasión vamos a analizar unos de los temas más importantes de las sagradas escrituras. Vamos a conocer la verdadera identidad de "EL OTRO CONSOLADOR" (parakletos en griego), y para tal objetivo les pido a los lectores que memoricen el siguiente pasaje bíblico, ya que este pasaje lo iremos repitiendo al largo de este estudio. En 2 corintios 3: 17, refiriéndose al señor Jesucristo, dice lo siguiente:

‘’Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.’’

 

Capítulo 1: el padre celestial, su hijo Jesucristo y todos los creyentes; están todos unidos en "UN MISMO ESPÍRITU".

La mayoría de instituciones "cristianas" de estos días, como los católicos romanos y toda la línea protestante (entre los cuales se cuentan los evangélicos y pentecostales), ellos identifican a "LA TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO" con "EL OTRO CONSOLADOR", del cual habló el señor Jesucristo en Juan 14: 16, cuando dijo lo siguiente:

"Y yo rogaré al Padre, y Él os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre."

Esto sucede porque la doctrina trinitaria, que ellos apoyan, asegura que el "espíritu santo" es una persona (en este caso: "LA TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO"), igual que el padre celestial y su hijo Jesucristo.

Es decir: el razonamiento de las modernas instituciones cristianas cree que el espíritu santo es UNA PERSONA LITERAL, al igual que el padre celestial y su hijo Jesucristo son personas literales. Incluso, en el credo trinitario católico de Atanasio, se asegura que EL ESPÍRITU SANTO "ES DIOS Y SEÑOR", junto con el padre y el hijo (esto es una declaración que no existe en las páginas de la biblia, ya que en ningún lugar de las sagradas escrituras dice que el espíritu santo sea “DIOS Y SEÑOR”:  más adelante vamos a ampliar este tema). Es por eso que en ningún lugar de las escrituras vamos a encontrar que se diga, DE FORMA TEXTUAL, que "EL ESPÍRITU SANTO" es "LA TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO".

En realidad, el espíritu santo es una energía o poder que procede, en primer lugar, del Dios supremo; el padre celestial, ya que el Dios supremo es el dueño de su espíritu. El mismo padre celestial asegura que el espíritu santo le pertenece, es decir: ES DE SU PROPIEDAD, es por eso que el Dios supremo puede referirse al espíritu santo con frases como esta:  "MI ESPÍRITU", vamos a leerlo:

Ezequiel 36:27 `Pondré dentro de vosotros "MI" ESPÍRITU y haré que andéis en mis estatutos, y que cumpláis cuidadosamente mis ordenanzas.

Isaías 44: 3 "derramaré "MI" Espíritu sobre tu posteridad, y mi bendición sobre tus descendientes".

Joel 2:28,29 "Y sucederá que después de esto, derramaré "MI" Espíritu sobre toda carne."

En estos pasajes se confirma que la palabra "MI" es un artículo posesivo, dando a entender que Dios es el dueño de su propio espíritu, ya que el espíritu santo es algo que le pertenece: UNA ENERGÍA QUE ES INHERENTE AL DIOS SUPREMO.

Es por eso que, en muchos pasajes bíblicos, al referirse al espíritu santo, se continúa usando artículos posesivos, como "DE" o ""SU", esta es la forma de la biblia enfatizar que el espíritu santo es propiedad del Dios supremo, tal y como lo leemos en estos pasajes:

Efesios 4:30: "Y no entristezcáis al Espíritu Santo "DE" Dios, por el cual fuisteis sellados para el día de la redención."

1 Juan 4:13 "En esto sabemos que permanecemos en El y El en nosotros: en que nos ha dado de "SU" Espíritu."

Bien, ese mismo espíritu, que pertenece a Dios, es también una energía o "PODER" que "PROCEDE", es decir "ES EMANADO", de Dios mismo, vamos a leerlo en estos dos pasajes:

‘’No les hablé ni les prediqué con palabras sabias y elocuentes sino con demostración del poder del Espíritu, para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana sino del poder de Dios’’ . (1corintios 2: 4-5).

‘’Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido’’ (1 corintios 2: 12).


Bien, ya conociendo que el espíritu santo es una energía o poder que procede del padre celestial, ahora veamos que Dios el padre comparte ese mismo espíritu o poder con el señor Jesucristo, vamos a leerlo:

Mateo 12:18 "Mira, mi siervo, a quien he escogido; mi amado en quien se agrada mi alma: SOBRE EL PONDRÉ "MI" ESPÍRITU, y a las naciones proclamara justicia."

Juan 3: 31-35 "El enviado de Dios comunica el mensaje divino, pues Dios mismo le da "SU" Espíritu sin restricción. El Padre ama al Hijo, y ha puesto todo en sus manos’’.

Es por esto que el mismo Jesucristo certifica lo siguiente:

"EL ESPÍRITU "DE" DIOS ESTA SOBRE MI, PORQUE ME HA UNGIDO PARA ANUNCIAR EL EVANGELIO A LOS POBRES.’’ (Lucas 4:18).

Y, para reconfirmar de manera absoluta que el espíritu santo también pertenece al señor Jesucristo, solo basta leer este pasaje:

 

Filipenses 1:19 “Porque sé que esto resultará en mi liberación mediante vuestras oraciones y la suministración del Espíritu de Jesucristo´”.

Bien, sabiendo que el padre celestial y su hijo Jesucristo comparten un mismo espíritu, ahora podemos comprender el por qué el señor Jesucristo decía que Él y su padre son "UNO" (Juan 10: 30). Es decir, ambos están unidos en un mismo espíritu y propósito. Es por esto que la biblia dice que Dios el padre celestial actuaba a través de Jesucristo, y así Dios hacia grandes milagros a través de su hijo. vamos a leerlo:

Hechos 10:38. ‘’cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder; el cual anduvo haciendo el bien, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios estaba con Él.’’


2 corintios 5:19: "Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo".


Muy bien. Ya conocemos que el padre celestial y su hijo Jesucristo están unidos en un mismo espíritu, ahora vamos a demostrar que ese mismo espíritu, tanto el padre como el hijo, lo comparten con todos los creyentes, para que todos sean uno, así como el padre y el hijo son “UNO”, vamos a leerlo:

Efesios 1:13,17,18 "En El también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El, con el Espíritu Santo de la promesa".

Romanos 8: 9:  "Mas vosotros no sois en la carne, sino en el Espíritu, por cuanto el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu del Cristo, el tal no es de él."

Es por tal razón que los creyentes están todos unidos entre sí, junto al padre celestial y su hijo Jesucristo, vamos a leer estos pasajes:


1 Juan 4:13 "En esto sabemos que permanecemos en El y El en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu."

1 corintios 6:17: "Pero el que se une al Señor, es un espíritu con El."

Juan 17:21 "para que todos sean uno. Como tú, oh Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste."

1 corintios 12:13 “Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo, ya judíos o griegos, ya esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber del mismo Espíritu.”

Es por esta razón que los verdaderos creyentes tienen poderes sobrenaturales, ya que el padre celestial y su hijo Jesucristo habitan en los creyentes a través del espíritu santo. El espíritu santo es la energía poderosa que hace lo imposible posible. También, ese mismo espíritu de poder es la energía a través de la cual Dios el padre y su hijo Jesucristo plantan en los creyentes los buenos frutos del espíritu, es decir; un carácter bueno, limpio y recto, tal y como se resume en el siguiente pasaje:

2 Timoteo 1:7: Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.


Muy bien, lo que hemos querido puntualizar en este primer capítulo es la importancia de comprender que el espíritu santo no es ninguna "TERCERA PERSONA DE UN DIOS TRINO", por lo tanto, esa supuesta "TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO" no es tampoco "EL OTRO CONSOLADOR", sino, simplemente que el espíritu santo  es una energía poderosa que pertenece al Dios supremo, que también está en Jesucristo;  poder  que ellos comparten con todos los creyentes; de ese modo es que el padre y el hijo (DOS PERSONAS DIVINAS LITERALES) hacen morada en los creyentes, vamos a leerlo en estos dos excelentes pasajes:

1 Juan 2:24: "En cuanto a vosotros, que permanezca en vosotros lo que oísteis desde el principio. Si lo que oísteis desde el principio permanece en vosotros, vosotros también permaneceréis en el Hijo y en el Padre."

Juan 14: 23 "Respondió Jesús, y les dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos á él, y haremos con él morada."

Bien, aún no hemos revelado en este primer capítulo quien es en realidad "EL OTRO CONSOLADOR", del cual habló el señor Jesucristo en Juan 14: 16, ya que evidentemente, la supuesta "tercera persona del dios trino" no califica para ser "el otro consolador", ya que "la tercera persona del dios trino" es una mentira, una apostasía impuesta en el SISTEMA IGLESIERO APOSTATA (SIA).

Para descubrir la identidad de "EL OTRO CONSOLADOR", en primer lugar, debemos conocer quien es "EL PRIMER CONSOLADOR". ya que para que exista algún "OTRO" es porque, evidentemente, ya existe "UN PRIMERO”; Y en este segundo capítulo vamos a conocer al "PRIMER CONSOLADOR”.

 



Capítulo 2: el padre celestial; el Dios supremo: ES "EL PRIMER CONSOLADOR".

Sin ninguna duda el padre celestial, el Dios supremo, es nuestro "PRIMER Y MÁXIMO CONSOLADOR", tal y como se confirma en el siguiente pasaje:

"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en toda tribulación nuestra, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios." 2 Corintios 1:3-4.


Ahí lo tienen bien claro. El pasaje hace gran énfasis en mostrar al Dios supremo como "el Dios DE TODA CONSOLACIÓN". La palabra "toda" quiere decir que esa consolación que proviene del padre celestial abarca todos los ámbitos de toda la creación, pero sobre todo en los momentos de aflicción que pasan los creyentes. Por ejemplo; Dios consuela a los deprimidos:


2 corintios 7:6,7 "Pero Dios, que consuela a los deprimidos, nos consoló con la llegada de Tito."


Dios consuela y trae seguridad cuando los impíos persiguen a los justos:


Isaías 51: 12 "Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú que temes al hombre mortal, y al hijo del hombre que como hierba es tratado?".


También es una gran consolación saber que Dios pone de su mismo espíritu dentro de la vida del creyente. Es como si una parte de Dios mismo está en el creyente, en pocas palabras: !!Dios mismo, a través de su espíritu, ¡¡habita en el creyente!!, vamos a leerlo:


1 Juan 3:24 "El que guarda sus mandamientos permanece en El y Dios en él. Y en esto sabemos que El permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado."


1 CORINTIOS 3: 16-17 "¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?"

Podemos estar confiados en el Dios de toda consolación, ya que (al tener dentro de nosotros su espíritu y saber que estamos conectados a Él), podemos orar con la máxima certeza de que Dios nos escucha y actúa a nuestro favor. Vamos a leerlo:


Salmo 34: 17 "Claman los justos, y el SEÑOR los oye, y los libras de todas sus angustias."

No es el espíritu santo en si, como si fuera una persona (ya sabemos que no es una persona) quien trae la consolación, sino que es Dios mismo quien muestra su amor poniendo de su espíritu en el creyente, esa es la forma con la cuan el creyente está permanentemente unido a su creador, y goza del amor del altísimo:

Romanos 5:5 "y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado."

Cuando el señor Jesucristo andaba predicando en esta tierra, el padre celestial mismo habitaba en cristo (a través del espíritu santo) y apoyaba el ministerio de Jesucristo haciendo grandes milagros y prodigios maravillosos. Todos esos milagros eran de gran consolación para quienes se beneficiaban de ellos.

Hechos 10:38. ‘’cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder; el cual anduvo haciendo el bien, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios estaba con Él.’’
Los celosos fariseos y maestros de la ley comenzaron a acusar a cristo diciendo que el poder que actuaba a través de cristo era el poder de belcebú, es decir: el diablo, por lo cual nuestro señor Jesucristo los confronta y les dice lo siguiente:

‘’En cambio, si expulso a los demonios por medio del Espíritu de Dios, eso significa que el reino de Dios ha llegado a ustedes.’’ Mateo 12: 28.

Estas palabras del señor Jesucristo son claras; el espíritu santo es propiedad de Dios; por lo tanto, no es ninguna tercera persona divina; sino que es el poder que Dios usa para mostrar su gracia y su apoyo en el ministerio del señor Jesucristo. Es por eso que el señor Jesús condena duramente esa gran mentira con que le acusaban los fariseos y maestros de la ley, es decir; que el poder que actuaba a través de Cristo pertenecía a Satanás (Belcebú), cuando en realidad pertenece al Dios padre. En ese consiste el pecado imperdonable: acusar a Jesús de brujo diciendo que el poder que cristo tenía pertenecía al diablo cuando en realidad pertenece a Dios el padre; en pocas palabras: EL GRAN PECADO IMPERDONABLE CONSISTE EN LLAMAR SATANÁS O BELCEBÚ AL MISMO PADRE CELESTIAL, ya que el Dios padre es el dueño de ese espíritu o poder que usaba el señor Jesús para hacer grandes milagros.
Todos los pesajes que hasta ahora hemos analizado demuestran de manera irrefutable que el Dios padre muestra su apoyo en el ministerio de cristo dándole de su espíritu, es de esa forma que el padre estaba en el hijo, es decir: moraba en su hijo Jesucristo; y quien veía al hijo, tenía que ver la obra de Dios el padre a través de ese hijo. Es por esto que cuando el apóstol Felipe le dice a cristo ‘’MUÉSTRANOS AL PADRE’’, Jesucristo le responde de la siguiente manera:


‘’Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: ¿Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. (juan 14: 9-11).


Este pasaje demuestra bien claro que es Dios mismo quien mora en Jesucristo y hace las obras, no es que el padre celestial sea el mismo Jesucristo como aseguran los unicitarios o los trinitarios, sino que Dios el padre había puesto su poder o espíritu en su hijo, y es a través de ese poder o espíritu que Dios se dejaba ver a través de su hijo. De ese modo, como dijimos anteriormente: es que el padre celestial es el primer consolador: confirmando el ministerio de salvación a través de Jesucristo.

También tenemos gran consolación al saber que Dios mismo (a través de su poderoso espíritu) actúa usándonos a nosotros para beneficio de otras personas; por lo cual, aunque somos débiles humanos, Dios nos hace útiles en sus manos para que ayudemos al prójimo. El espíritu santo nos da poder, nos da sabiduría y nos da la valentía de testificar el evangelio del señor Jesucristo. Vamos a leerlo:
Hechos 1: 8: "pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra."

Hechos 6:8 "Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo".
Hechos 4:33 "Con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia había sobre todos ellos."
Romanos 15:19: "con el poder de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén y por los alrededores hasta el Ilírico he predicado en toda su plenitud el evangelio de Cristo."

Además de todo esto, es de gran consuelo saber que Dios le da de su espíritu a todo aquel que con sinceridad simplemente se lo pidan, vamos a leerlo:

Lucas 11:13 "Pues si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?."

Es por esto lo blasfemo de la doctrina trinitaria, y la falsedad de atribuirle al espíritu de Dios una personalidad que en realidad no tiene, ya que es Dios mismo (a través de su espíritu o poder), quien habita en el creyente y trae la consolación. No podemos quitarle al Dios supremo su lugar como máximo consolador y atribuírselo a una supuesta "TERCERA PERSONA DIVINA DEL DIOS TRINO", ya que nuestra comunión intima no es con esa supuesta tercera persona de un dios trino inexistente, sino que nuestra comunión es directamente con el Dios padre a través de su espíritu.

Para finalizar este capítulo, viene ahora la demostración de consolación más grande y maravillosa registrada en toda la biblia; y es una consolación que da el Dios padre (también a través de su espíritu o poder) que trasciende, incluso, más allá de esta vida, asegurándonos la eternidad después de la muerte. Vamos a leer este impresionante pasaje:

Romanos 8:11 "Pero si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el mismo que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a vuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu que habita en vosotros."

Bien; ha quedado demostrado que el padre celestial en persona es nuestro máximo consolador. Ahora, en el capítulo 3, por fin vamos a conocer la identidad de "EL OTRO CONSOLADOR" del cual hablo el señor Jesucristo en Juan 14: 16.




CAPITULO 3: IDENTIDAD DE “EL OTRO CONSOLADOR” REVELADA.

 

 

Ahora falta conocer quién es EL OTRO CONSOLADOR, del que habló el señor Jesucristo en juan capítulo 14 verso 16, cuando dijo: ‘’ Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.’’

Para conocer la identidad de ese otro consolador, debemos de analizar las siguientes palabras de Jesús registradas en juan 14:18-24 (las palabras claves en este pasaje las he resaltado en rojo, ya vera usted que con solo verlas se dará cuenta inmediatamente quien es en realidad “el otro consolador”)



‘’No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.  En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.  El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió. (juan 14: 18-24).


Noten que el señor Jesucristo les hace una promesa a sus discípulos: ‘’NO OS DEJARÉ HUÉRFANOS, SINO QUE VENDRÉ NUEVAMENTE A VOSOTROS’’, y luego dice que el día que eso suceda, entonces es que vamos a comprender la forma en que Dios el padre está en su hijo y como el hijo está en los creyentes. También dice que solamente aquellos que guardan sus mandamientos son los que demuestran que aman a Jesús, y quien ama a Jesús, será amado por el padre celestial, y es entonces que Jesucristo mismo se ha de manifestar a esa persona. Un poco confuso ante estas palabras de Jesús, Judas Tadeo le pregunta: ¿Cómo es que te manifestaras a nosotros y no al mundo?: es entonces que Jesucristo les revela unos de los misterios más grandes de todas las escrituras; Jesús les dice:


‘’El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.’’


Noten que el pasaje dice de manera textual que son únicamente dos personas divinas las que vienen a habitar dentro del creyente, a saber: el padre y el hijo ,(NO SON TRES PERSONAS, COMO DICEN LOS TRINITARIOS, NI ES UNA SOLA PERSONA, COMO CREEN LOS UNICITARIOS), y evidentemente estas dos personas divinas, para morar dentro de los creyentes, lo hacen a través del poder de Dios: el espíritu santo; por lo tanto: el espíritu santo no es ninguna tercera persona de un dios trino, sino que es simplemente el poder que emana de Dios a través del cual el padre y el hijo hacen morada en los creyentes. El padre celestial es “EL PRIMER CONSOLADOR”, tal y como lo demostramos en el capítulo 2 de este estudio; por lo tanto, el señor Jesucristo mismo en persona es “EL OTRO CONSOLADOR”, el cual (junto con el padre celestial) se manifiesta a los creyentes y hace morada en los creyentes.

 

Ahora bien, en los pasajes que leímos anteriormente, el mismo Jesucristo había prometido que no nos dejaría huérfanos, Él dijo que iba a regresar. Y efectivamente después de subir al cielo, Cristo regresó nuevamente, pero no de manera personal y visible; sino a través de su espíritu que ahora mora dentro de cada creyente, leámoslo:


‘’ Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: Abba, Padre, Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo" (Gálatas 4:6).


Noten bien claro que ese pasaje dice que es Dios mismo quien envía el espíritu o presencia de su hijo, pero esto solo sucede porque el señor Jesucristo mismo se lo ha pedido al padre, tal y como lo leemos en el siguiente pasaje:


‘’yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.’’ Juan 14: 16-17.


Preguntamos: ¿Quién es aquel que vino, pero el mundo no quiso recibirlo ni conocerlo: ¡!PUES ES EL MISMO JESUCRISTO, ¡¡EL HIJO UNIGÉNITO DEL DIOS PADRE!! Vamos a confirmarlo con el siguiente pasaje:


Juan 1:10-11 dice: ‘’ En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de él, pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, pero los suyos no le recibieron.’’

Noten también que en ese mismo pasaje de Juan 14, en el verso 16, el señor Jesús dice que ese consolador ha de estar con los creyentes “para siempre”. Vamos a confirmar ahora que en realidad quien estará con los creyentes para siempre es el mismo señor Jesucristo en persona. Leemos en Mateo 28: 20:
“enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”
y efectivamente, en cada reunión cristiana, de forma espiritual, allí está el señor Jesús presente, vamos a leerlo:

Mateo 18:20 “Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”

También ese pasaje de Juan 14, en el verso 17, Jesús dice que ese “otro consolador” pondría su morada dentro mismo de cada creyente, y efectivamente: QUIEN VIVE DENTRO DE CADA CREYENTE, DE FORMA ESPIRITUAL, ES EL MISMO SEÑOR JESUCRISTO, es por eso que el apóstol Pablo dijo estas impresionantes palabras:

“Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” Gálatas 2: 20.

Como hemos visto hasta aquí, solo existen DOS PERSONAS DIVINAS QUE TRAEN CONSUELO, a saber: EL PADRE CELESTIAL Y SU HIJO JESUCRISTO, ambos vienen a habitar en los creyentes a través del espíritu santo, y ya sabemos que ese espíritu es la energía a través de la cual el padre, el hijo y los creyentes se unen. El padre celestial es “EL DIOS DE TODA CONSOLACIÓN” (primer consolador), y nuestro señor Jesucristo es EL PARACLETOS, es decir: “EL OTRO CONSOLADOR”. Para reconfirmar de manera absoluta esta verdad bíblica, solo basta leer este impresionante pasaje, en el cual se puntualiza que es el Dios padre el que fortalece a los cristianos con su poderoso espíritu para capacitarlos en el hombre interior, de modo que por fe sabemos que también cristo, a través de ese mismo espíritu, mora en cada uno de nosotros; ¡ASÍ ES QUE TRABAJAN LOS DOS DIOSES CONSOLADORES!:

Efesios 3: 16-18 “que Dios os conceda, conforme a las riquezas de su gloria, ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior; de manera que Cristo more por la fe en vuestros corazones; y que arraigados y cimentados en amor, seáis capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad,

De este modo es que el señor Jesucristo mismo, el hijo unigénito del padre, viene a ser nuestro segundo consolador, paracletos en griego, también conocido como; el otro consolador. Es por esto que cristo había dicho lo siguiente:


En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.’’ Juan 14: 20.


Noten que cristo está diciendo que de la misma manera que el padre habita en su hijo, de ese mismo modo el hijo ahora habita en los creyentes, lo que quiere decir también que no existe tal cosa como un dios trino, ya que evidentemente este pasaje está afirmando que cristo habita en nosotros de la misma manera que su padre habita en El, y tenemos que estar claros que nosotros los cristianos no somos directamente el mismo Jesucristo porque este habite en nosotros, del mismo modo que Jesucristo no es el mismo Dios padre porque este habite en Jesucristo. Ahora podemos entender las siguientes palabras del apóstol pablo:

primera de corintios 3 verso 23, dice, y vosotros sois de Cristo, y Cristo es de Dios.

Primera de Corintios 11 verso 3, dice, Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios.

También, en Juan 17 versos 21 al 23, el señor Jesucristo dice, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.


De la misma forma como el padre habita en su hijo a través del espíritu, asimismo ahora el padre y su hijo habitan en los creyentes a través del espíritu: pero ojo, no es que el padre y el hijo abandonen el trono del cielo para venir a habitar en los cristianos, sino que ellos lo hacen a través del espíritu santo, el poder del altísimo, poder que surge en primer lugar del padre celestial, tal y como lo demostramos anteriormente, y luego Dios el padre lo comparte con su hijo Jesucristo; y luego ellos comparten ese mismos  espíritu con los creyentes; vamos a confirmarlo nuevamente con el siguiente pasaje:


‘’Sin embargo, ustedes no están en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en ustedes. Pero si alguien no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él.’’ (romanos 8: 9).


Por lo tanto, ha quedado demostrado que ese espíritu que cristo había prometido a sus discípulos es EL ESPÍRITU DEL HIJO, tal y como lo leemos otra vez en el siguiente pasaje:

‘’ Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: Abba, Padre, Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo" (Gálatas 4:6).


Ahora podemos entender el pasaje principal de este mensaje, el cual dice lo siguiente:

‘’Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.’’ 2 Corintios 3:17.


Lo que quiere decir que el mismo señor Jesucristo, de manera espiritual, es nuestro consolador; palabra que viene del griego paracleto; la cual se traduce como consolador, ayudante, intercesor y abogado: es por eso que encontramos este pasaje que afirma que cristo es nuestro abogado o paracleto, leámoslo:


‘’Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado (paracleto) tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo,’’ (1 juan 2: 1).


También cristo es nuestro intercesor o paracletos, leámoslo:

‘’Porque hay un Dios y un intercesor (paracleto)entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,’’ (1 Timoteo 2: 5).


Jesús les había prometido a sus discípulos que El mismo era el encargado de enviar al espíritu de Dios, vamos a leerlo:


'' Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré.'' (juan 16: 7).


En ese mismo pasaje de juan 16 vemos que Jesucristo certifica que ese espíritu es propiedad del Dios padre, pero también pertenece a Jesucristo, vamos a leerlo:


'' Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.''


luego vemos, en el mismo capítulo 16 de juan, que ese espíritu es parte de Jesucristo mismo:

''El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.''


También, en el siguiente pasaje vemos como cristo personifica al espíritu que procede del Dios padre, pero luego vamos a notar como el señor Jesucristo se está refiriendo a sí mismo, leámoslo:

Juan 15:26 "Pero cuando venga el Consolador, el Espíritu de verdad que yo os enviaré de parte del Padre, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí.

Ahora noten, en el siguiente pasaje, que es el mismo señor Jesucristo y su padre quienes dan testimonio:


Juan: 8:18:  Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió también da testimonio de mí.’’ (observen que por ninguna parte de todas las escrituras dice que ‘’LA TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO DA TESTIMONIO: ya que evidentemente no existe tal tercera persona, como tampoco existe el dios trino, el cual es el dios falso adoptado por la iglesia católica romana desde el siglo cuarto).


Ese espíritu de Cristo dará testimonio de Cristo, porque hace recordar las palabras de Cristo ya que ese espíritu son las palabras de Jesús, es ese el otro consolador; el cual guía a los creyentes a toda verdad y a toda justicia.  Como dijimos antes; el Padre es nuestro primer consolador, mientras que el señor Jesucristo es el otro consolador; el espíritu de verdad.


vemos en este pasaje que cristo personifica al espíritu de Dios, usando el género literario llamado prosopopeya, donde se le da personalidad a cosas abstractas, algo que abunda en las sagradas escrituras, donde en cierta ocasión el mismo cristo personifica hasta las piedras, diciendo que si los creyentes de callaran, hasta las piedras hablarían; bien sabemos que las piedras no son personas literales que pueden hablar: Y es a través de ese espíritu o poder que cristo deja saber su voluntad en los creyentes y les hace recordar la palabra.


PERO EVIDENTEMENTE, ESE ESPÍRITU ES SIMPLEMENTE EL PODER DEL ALTÍSIMO A TRAVÉS DEL CUAL SON EL PADRE Y SU HIJO QUIENES HABITAN EN LOS CREYENTES.


Es por eso que en juan capítulo 17 Jesús certifica que del mismo modo que El padre y el hijo son uno, asimismo los verdaderos cristianos llegan también a ser uno con ellos, vamos a leerlo: ’Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.  La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.  Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. ’’ Juan 17: Evidentemente Jesús no pidió que todos sus discípulos seamos un sólo Dios con el Padre y el Hijo, sencillamente Jesús se estaba refiriendo a una unidad de propósito y de pensamiento, para que todos los cristianos lleguemos a estar espiritualmente unidos pensando toda una misma cosa y teniendo un mismo propósito, de la misma manera que el Padre y el Hijo están unidos en una sola mente, un mismo espíritu y un solo propósito.

Entonces, sabiendo ya que “EL OTRO CONSOLADOR” (paracletos) es el mismo señor Jesucristo (el espíritu de cristo), podemos resueltamente hacer este evidente resumen:

En Juan 14:20-21 encontramos que: Cuando recibimos el sello del espíritu santo, llega a nosotros el conocimiento de la verdad:  ¿Cual verdad?, pues como dijimos anteriormente, recibimos la siguiente verdad: que tanto el Dios padre, como también Jesucristo, como también los verdaderos creyentes: todos están unidos en un mismo espíritu:

*El padre está en Jesucristo.

*Jesucristo está en su Padre.

*Nosotros estamos en Jesucristo.

*Jesucristo está en nosotros.

*Al tener los mandamientos de Jesucristo y guardarlos (obedecerlos, practicarlos), demostramos que amamos a Jesucristo.

*Al amar a Jesucristo, somos amados por el Dios Padre.

*Al ser amados por el Dios Padre; somos amados por Jesucristo.

*Al ser amados por el Dios Padre y por Jesucristo; es Jesucristo quien se manifiesta en nosotros.

*Jesucristo se manifiesta en nosotros en forma espiritual, y eso es conocido como paracletos, es decir: EL OTRO CONSOLADOR O ESPÍRITU DE CRISTO.

*Al manifestarse Jesucristo en nosotros, automáticamente también se manifiesta el Dios Padre. En otras palabras, el espíritu santo es la manifestación espiritual de los dos Dioses: EL PADRE CELESTIAL Y SU HIJO JESUCRISTO.

 

Es por esta razón que en los saludos y despedidas de las epístolas escritas por los apóstoles siempre se afirman que son el padre celestial y el señor Jesucristo (dos personas divinas literales) los únicos que guardan a los creyentes derramando en ellos “GRACIA Y PAZ”, la combinación de consolación que el creyente necesita, ya que, evidentemente, LA GRACIA DE LA SALVACIÓN proviene del Dios padre (Tito 2: 11), y quien nos guarda en COMPLETA PAZ es el señor Jesucristo (Juan 14: 27), vamos a leerlo:

 

Romanos 1: 7 “a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.”

1 corintios 1: 3 “Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.”

Gálatas 1: 2-3: y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo.”

Efesios 6: 23 “Paz sea a los hermanos, y amor con fe, de Dios Padre y del Señor Jesucristo.”

Colosenses 1: 2 “a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.”

2 Pedro 1: 2 “Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús.”

A través del espíritu santo (poder del altísimo) el padre y el hijo hacen morada en los creyentes, es por eso que los creyentes se convierten en embajadores del reino de los cielos.

¿Qué mayor consuelo que llegar a ese conocimiento por el cual sabemos que el Dios supremo y su hijo Jesucristo están en nosotros?

Mateo 10:40 El que os recibe a vosotros, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al padre que me envió.

muy bien, ahora pasaremos al último capítulo de este estudio, en el cual vamos a demostrar que el espíritu santo no es ninguna supuesta “tercera persona de un dios trino”, sino que es simplemente: “EL PODER DEL ALTÍSIMO”.

 

Capítulo 4: EL ESPÍRITU SANTO ES “EL PODER DEL ALTÍSIMO”

 

Los trinitarios y los unicitarios están en grave peligro, no solo por lo blasfemo de sus paradójicas e inexplicables creencias, sino porque el mismo señor Jesucristo certifica que la salvación depende de la creencia en dos personas divinas (no en una, como creen los unicitarios, mucho menos en tres, como creen los trinitarios): y esas dos personas son: el padre y el hijo; leámoslo:

‘’y esta es la vida eterna, que te conozcan a ti; el único Dios verdadero, y en Jesucristo; tu enviado’’ Juan 17: 3.

‘’ creéis en Dios; creed también en mi’’ (Juan 14: 1).

Es por eso lo peligroso de creer en los trinitarios y los unicitarios, ya que aquel que niega que Dios el padre envió a su hijo unigénito acarrea condenación; leámoslo: ‘’Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. (Juan 3: 17-18). Los apóstoles certifican que aquel que niegue la doctrina del padre y el hijo no tiene a Dios, es decir: no cuenta con el apoyo del Dios padre y, por tanto; debemos apartarnos de tales personas, leámoslo:

 

‘’Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: !Bienvenido! (2 Juan 9-10).

Es por esta razón que un Trinitario o un unicitarios NO PUEDEN SER HIJOS DE DIOS, ya que ellos no tienen el espíritu del hijo unigénito de Dios, vamos a leerlo:


‘’Sin embargo, vosotros no estáis en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en vosotros. Pero si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de El’’ (romanos 8: 9).

Somos hijos de Dios porque tenemos a su Hijo Jesucristo en nosotros, el cual viene a habitar en los creyentes a través del espíritu de Dios: los Trinitarios tienen otro espíritu al cual ellos llaman; ''la tercera persona del dios trino'', un dios trino inventado por la apostasía de la iglesia católica romana. Un falso dios introducido en el cristianismo a partir del siglo cuarto después de Cristo a través de la gran ramera; otra Persona, que no es el Hijo de Dios y por lo tanto no pueden ser adoptados, ya que ellos creen que el hijo es una supuesta hipostasis del dios trino con el sobrenombre de ; ''la segunda persona de la trinidad'', supuestamente un ser coeterno y coigual al padre: destruyendo de esa forma la relación de padre e hijo que tiene el Dios supremo y su hijo unigénito Jesucristo.


Lo mismo sucede con los unicitarios: no pueden tener el espíritu del hijo unigénito del Dios padre, ya que ellos niegan que fue el hijo unigénito de Dios quien vino a encarnarse como hombre, ya que ellos aseguran que fue el mismo padre celestial quien se desdobló y vino disfrazado tomando el título, papel o roll de hijo: ambas doctrina, trinitaria y unicitaria, en realidad está diseñada por Satanás para negar la existencia del hijo unigénito del Dios padre; es por eso que afirmamos que los trinitarios y los unicitarios son los promotores de la doctrina del anticristo: aquellos que niegan la encarnación del hijo unigénito del Dios padre y niegan la doctrina de EL PADRE Y EL HIJO, leámoslo:


‘’ ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús sea el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. 1Juan 2: 22, 23.

El apóstol juan repite estas palabras de la siguiente manera:

‘’Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: !Bienvenido! (2 Juan 9-10).


Noten que la doctrina del anticristo no consiste en negar ‘’la santísima trinidad’’ (como creen los trinitarios), tampoco consiste en negar que el padre celestial es al mismo tiempo el hijo (como creen los unicitarios), en realidad la doctrina del anticristo es negar la encarnación de Jesús, el hijo unigénito del padre, y negar la doctrina fundamental de la fe cristiana: LA DOCTRINA DE ‘’EL PADRE Y EL HIJO’’.


Los trinitarios también aseguran que el espíritu santo es ‘’la tercera persona que compone al dios trino¨, pero las sagradas escrituras muestran algo muy diferente a esa creencia. El espíritu santo es ‘’EL PODER DEL ALTÍSIMO’’: no es ninguna ‘’TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO’’; sino que es la energía que emana de Dios y llena toda la creación. Cristo dijo a sus discípulos que se quedaran en Jerusalén, hasta que fueran revestidos DEL PODER DE LO ALTO, (Lucas 24:49). ¿Cuál era ese PODER de lo alto?, pues era el ESPÍRITU SANTO, ellos recibieron el PODER el día de Pentecostés cuando fueron llenos del ESPÍRITU SANTO, (Hechos 1:8, hechos 2). Por consiguiente, el propio Jesús enseñó que el espíritu santo no es una tercera persona divina, sino el PODER O ENERGÍA DE DIOS: incluso Simón el mago quería comprarle ese ‘’poder’’ a los apóstoles dándoles dinero por lo cual fue reprendido por el apóstol Pedro.

Y es a través de ese poder o espíritu que tanto el padre como también su hijo unigénito Jesucristo vienen a habitar en los creyentes; de ese modo el padre celestial es el primer consolador, mientras que el mismo cristo es ‘’EL OTRO CONSOLADOR’’, el paracleto, nuestro abogado e intercesor.

personificación del espíritu de DIOS.

El espíritu de Dios en algunos casos es personificado en las escrituras usándose el género literario llamado prosopopeya, donde se le da personalidad a cosas abstractas, pero sin ser una persona real: algo que abunda en las escrituras, observe estos ejemplos donde las escrituras les dan personalidad a cosas que en realidad no son personas:
1) La piedra clama y las tablas le responden: Habacuc 2:11.
2) Los montes tienen ojos y se asustan, y el abismo habla y levanta las manos: Habacuc 3:10.
3) Las piedras hablan: Lucas 19:40.
4) La muerte es una persona que reina: Romanos 5:14.


Incluso al alma de Dios se le da personalidad en las escrituras, sin embargo, el alma de Dios no es una persona:

El alma de Dios odia: salmo 11:5, El alma de Dios se venga: jeremías 5:9. El alma de Dios se aleja; jeremías 6:8. El alma de Dios ama: jeremías 12:7. El alma de Dios recuerda: lamentaciones 3:20.

Pero en realidad es Dios que siente esto en su alma. La Biblia también afirma que el espíritu santo siente emociones como si fuera una persona: se contrista, se entristece, etc., etc. Pero en realidad es Dios quien siente estas cosas en su espíritu, en ese poder que emana desde su interior. NI EL ALMA NI EL ESPÍRITU son otras personas, sino que simplemente son EL ESPÍRITU Y ALMA DE DIOS. Ya que DIOS TIENE ESPÍRITU Y ALMA.

Y es a través de ese poder o espíritu santo que los verdaderos creyentes se conectan tanto con el padre como también con su hijo; no es una ‘’tercera persona del dios trino’’; sino simplemente es el espíritu que Dios usa para guiar a los creyentes a toda verdad y a toda justicia. veamos como en el siguiente pasaje el apóstol Pablo identifica al espíritu con el poder de Dios:

‘’No les hablé ni les prediqué con palabras sabias y elocuentes sino con demostración del poder del Espíritu, para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana sino del poder de Dios’’ ( 1corintios 2: 4-5).

El espíritu santo no es ninguna ‘’tercera persona’’ de un dios trino, sino que es el espíritu o poder que PROCEDE de Dios, es decir, es una fuerza o energía que emana de Dios mismo, ya que Dios es el dueño de su espíritu, leámoslo:

‘’Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido’’ (1 corintios 2: 12).



EL GRAN ENGAÑO DEL CATOLICISMO: LA CREACIÓN DE ''LA TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO''.

La idea trinitaria llega hasta el concilio católico de Alejandría donde se comenzó a declarar que el espíritu santo no era simplemente el poder del altísimo, sino que era una persona (año 362 D.C.), y luego en el concilio católico de Constantinopla 1 (AÑO 381 D.C.), es donde se declaró que el espíritu santo era una persona y un dios juntamente con el padre y el hijo; y que ‘’recibe adoración y gloria’’: esa afirmación hecha en ese concilio no cuenta con ninguna base bíblica, ya que las sagradas escrituras no dicen por ninguna parte de forma explícita que el espíritu santo sea un ¨Dios¨ junto con el padre y el hijo, mucho menos tampoco dicen las escrituras por ninguna parte que el espíritu santo reciba adoración y gloria junto con el padre y el hijo; nunca vamos a encontrar en las escrituras a los profetas del antiguo testamento ni a los apóstoles del nuevo testamento adorando o rindiéndole culto al espíritu santo como si fuera ‘’Dios’’. Sin embargo, ese concilio Niceno-constantinopolitano es la plataforma donde se comenzó a desarrollar la trinidad católica en la cristiandad, y son ellos los que afirmaron en su credo que el espíritu santo es ‘’Dios’’ y que recibe ‘’adoración y gloria junto al padre y el hijo’’.


Además de todo esto, cabe resaltar que en ninguna parte de las sagradas escrituras se afirma que el espíritu santo sea “DIOS” o “SEÑOR”, en realidad esa afirmación se encuentra en el credo o dogma trinitario de Atanasio. Vamos a leer un par de párrafos de ese dogma católico romano editado a principio del siglo quinto:


‘’ el Padre es todopoderoso, el Hijo es todopoderoso, el Espíritu Santo es todopoderoso. Sin embargo, no son tres todopoderosos, sino un Todopoderoso. Así que el Padre es Dios, el Hijo es Dios, el Espíritu Santo es Dios. Sin embargo, no son tres dioses, sino un solo Dios. Asimismo, el Padre es Señor, el Hijo es Señor, el Espíritu Santo es Señor. Sin embargo, no son tres señores, sino un solo Señor. Porque, así como somos compelidos por la verdad cristiana a confesar a cada una de las tres personas de la trinidad, por sí misma, Dios y Señor: Así nos prohíbe la religión cristiana decir que son tres dioses y tres señores’’.

Semejante trabalenguas apostata es desconocido en las páginas de la biblia.

 

 

CONSEJO FINAL.

 

Bien, con este estudio sobre la verdadera identidad de el “PARACLETOS” (EL OTRO CONSOLADOR), ha quedado mas que demostrado la postura bíblica que enseña que es el padre celestial el primer Dios consolador, de este modo el mismo señor Jesucristo es “EL OTRO CONSOLADOR”. Hemos llegado a una verdad bíblica irrefutable: el Dios padre y su hijo Jesucristo habitan en los creyentes “A TRAVÉS DEL ESPÍRITU SANTO”. Ese espíritu santo es “EL ESPÍRITU DE DIOS”, es decir: “EL PODER DEL ALTÍSIMO”: no es ninguna “tercera persona de un dios trino”.
La verdadera doctrina fundamental de la fe cristiana es la doctrina de “EL PADRE Y EL HIJO”: dos personas divinas totalmente literales; siendo el padre mayor que el hijo, tal y como enseña el mismo cristo en este pasaje:

’Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo. ’’ Juan 14: 28.

por lo tanto; la creencia fundamental enseñada en las escrituras es la creencia únicamente en el padre y el hijo, leámoslo:

‘’Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al PADRE Y EL HIJO. Si alguno viene a vosotros, Y NO TRAE ESTA DOCTRINA, no lo recibáis en casa, ni le digáis: !Bienvenido! porque el que le dice bienvenido participa en sus malas obras.¨ (2 Juan 9-10).

El padre celestial es el Dios supremo, mientras que su hijo Jesucristo es el Dios unigénito, el cual recibió la existencia como primer hijo de Dios antes de la creación de todas las cosas. Cristo había sido preexistente antes de convertirse en hombre, es decir; había existido junto a su padre en los cielos, es por esto que cristo decía palabras como estas:

“Y ahora, glorifícame tú, Padre, junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera.” Juann17: 5.

(sobre el tema de la preexistencia del señor Jesucristo y su posición como el primer hijo de Dios, aquí les dejo el enlace de un excelente estudio sobre este tema:
http://manualbiblicodoctrinaldealexandergell.blogspot.com/2014/06/preexistencia-de-jesucristo-el-hijo.html )


También ha quedado demostrado en este estudio que tanto la doctrina trinitaria como también la unicitaria: SON DOCTRINAS DE DEMONIOS.
Por lo cual; el consejo bíblico es apartarnos de toda institución eclesiástica en la cual se acepte y se promueva doctrinas anticristianas, como lo son el trinitarismo y el unicitarismo, tal y como se lee en los siguientes pasajes bíblico:

‘’Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sinó que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas’’. 2 Timoteo 4:3-4.

‘’Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros’’. 2 tesalonicenses 3:6.

"MAS OS RUEGO, HERMANOS, QUE OS FIJÉIS EN LOS QUE CAUSAN DIVISIONES Y TROPIEZOS EN CONTRA DE LA DOCTRINA QUE VOSOTROS HABÉIS APRENDIDO Y QUE OS APARTÉIS DE ELLOS" (ROMANOS 16:17).

 

 

LA VERDAD NOS HACE LIBRES.

GRACIA Y PAZ PARA TODOS USTEDES.

 


Alexander Gell.

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